Un buen fotógrafo de la calle debe tener muchos talentos: un ojo para el detalle, la luz y la composición; sincronización impecable; una perspectiva populista o humanitario, y una capacidad incansable de disparar constantemente, disparar, disparar, disparar y nunca perder un momento.

                                                  Image Credits: www.vivianmaier.com.  

Posiblemente la fotógrafa más importante del siglo 20 fue la una niñera de los años 1950 que se  mantenia muy a si misma y jamas mostró ni una sola de sus fotografías a ninguna persona.

Décadas más tarde, en 2007, un agente de bienes raíces en Chicago, aficionado a la fotografía de nombre John Maloof, compro una caja de negativos  en una casa de subasta. Los negativos, nunca antes vistos y nunca desarrollados, pertenecían a una fotógrafa ‘aficionada’ desconocida. Los compro por $380.00.

John comenzó a desarrollar su nueva colección de fotografías, unos 100.000 negativos en total, cual habían sido abandonado en un armario de almacenamiento en Chicago antes de terminar en la casa de subastas. Quedó claro que estas no eran imagenes ordinarias. Las fotografías, fueron tomadas por las calles de Chicago y Nueva York en los 1950 y 1960. Asi es que John  embarcó en un viaje a descubrir quién estaba detrás de las fotografías hasta descubrir su nombre: Vivien Maier.

Antes de poder comunicarse con ella, al gran disgusto de John,  encontró notica de su obituario en el en Chicago Tribune en 2009. Ella se había resbalado en el hielo el invierno anterior, sufrió una lesión en la cabeza y nunca se recuperó totalmente. Tenía 83 años.

Desde entonces, el trabajo de esta mujer increíblemente talentosa y misteriosamente privada, ha sacudido el mundo artístico, recibiendo atención de los medios principales internacionales junto a exposiciones por todo el mundo como, Londres, Nueva York, Los Angeles, Chiago, Hamburgo y Oslo.

Maier no revelaba muchos de sus carretes porque no se lo podía permitir. Solo tomaba fotos sin descanso y sin que aparentemente le importara el resultado final. También coleccionaba libros de arte y las esquelas de los periódicos. De una de ellas sacó el relato de una de sus películas en Super 8. Es la historia de una madre y un hijo asesinados. Maier fue con su cámara y rodó primero el supermercado donde la madre trabajaba, luego la casa donde vivía con el hijo, y así, uno a uno, todos los lugares a los que aquellas pobres almas jamás volverían. En una de las cintas que John Maloof encontró, Vivian Maier había grabado su idea del paso de la vida:

 Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol.

Sus sujetos son a menudo capturados mirando directamente a la cámara, al parecer, haciendo contacto visual con Maier, pero utilizaba una Rolleiflex, una cámara en forma de caja que requiere el fotógrafo  mire hacia abajo a través del visor.

Ahora, el hombre que compró la caja de negativos en la casa de subastas local, ha hecho un documental sobre el increíble descubrimiento de un talento perdido y el camino a Búsqueda Vivian Maier. La película tiene previsto su lanzamiento alguna tiempo 2013. A continuación el trailer.

Aunque muchos detalles sobre la vida de Vivian aún se desconocen, y probablemente asi lo  quería ella. Hay un poco de informacion, como que Vivian nació en Nueva York y se crió en algún lugar de Francia (ubicación exacta desconocida). Curiosamente, los registros muestran a una joven Vivian Maier y su madre viviendo con Jeanne J. Bertrand durante algún tiempo, una pionera francesa de la fotografía que conocía al fundador del Museo Whitney de Arte Americano. Es muy posible que Vivian desarrolló sus talentos secretos gracias a Jeanne Bertrand.

En 1951, Vivian se mudó a Nueva York a los 25 años de edad donde trabajo en una tienda por un tiempo, hasta que  se convertiría en una niñera durante los próximos 40 años  Cuando tenía días libres, ecaminaba por las calles de  Chicago o Nueva York,  usando su cámara Rollieflex, fotografiando todos y de todo, desde los compradores bien vestidos hasta las personas sin hogar e incluso su propia reflexión.

John Maloof resume la descripción que hacían de ella algunas personas a las que cuidó cuando eran pequeñas:

Era socialista, feminista, crítica de cine y campechana. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un sombrero grande. Estaba tomando fotografías todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie.

La historia de Vivian de muchas maneras es fuente de inspiración  . En un ambiente moderno de cultura de las celebridades, es tan raro oír hablar de alguien que no hacia fotografia  por el dinero o la fama. Para Vivian se trataba de sólo  su curiosidad, su amor por su ciudad y la emoción de tomar una foto.

Murió en 2009, pobre, sola y sin saber que su secreta y obsesiva pasión, la fotografía, la sacaría del anonimato hasta convertirla en una enigmática y fascinante figura

https://www.youtube.com/watch?v=2o2nBhQ67Zc&feature=player_embedded

 

http://www.vivianmaier.com/

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

Quite possibly the most important street photographer of the 20th century was a 1950s children’s nanny who kept herself to herself and never showed a single one of her photographs to anyone. Decades later in 2007, a Chicago real estate agent and historical hobbyist, John Maloof purchased a box of never-seen, never-developed film negatives of an unknown ‘amateur’ photographer for $380 at his local auction house.

John began developing his new collection of photographs, some 100,000 negatives in total, that had been abandoned in a storage locker in Chicago before they ended up at the auction house. It became clear these were no ordinary street snaps of 1950s & 60s Chicago and New York and so John embarked on a journey to find out who was behind the photographs and soon discovered her name: Vivien Maier.

Before he could reach her, to John’s great dismay, he found her obituary notice in the Chicago Tribune in 2009. She had slipped on some ice the previous winter, suffered from a head injury and never fully recovered. She was 83 years-old.
Since then, the work of this incredibly talented and mysteriously private woman has rocked the art world, receiving international mainstream media attention alongside exhibitions all over the world including London, New York, Los Angeles, Chiago, Hamburg and Oslo.

A documentary film has been made about the incredible discovery of a lost talent and the path to Finding Vivian Maier.

The film is scheduled for release some time in 2013.

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