imágenes del desnudo de la actriz durante el rodaje de ‘Something’s got to give’, su última película. Se exhiben por primera vez en España.

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Madrid ha reunido a las más celebres estrellas del cine de los años 60, protagonistas de los momentos más relevantes de la década.

Durante ese tiempo, un rayo eléctrico cruzó todos los circuitos, y el fotoperiodista Lawrence Schiller fue testigo de ello. El artista logró inmortalizar con su cámara grandes momentos como el desnudo de Marilyn para el Paris Match, la complicidad entre Sofía Loren y Carlo Ponti en la gala de entrega de los premios Oscar del año 62 o a la protagonista de Los Pájaroshaciendo de chófer de su director Alfred Hitchcock.

Schiller, es un fotoperiodista estadounidense que durante los años 60 tuvo acceso a momentos muy íntimos de las grandes celebridades de Hollywood. El 23 de mayo de 1962. El joven fotógrafo tenía el encargo de Paris Match de fotografiar a Marilyn Monroe en el rodaje de Something’s got to give, y tras una escena en la piscina la actriz se quitó el bikini y empezó a posar para él. Tras rodar la escena, Marilyn se dirigió a Schiller y le preguntó qué pasaría si de repente salía del agua sin su bikini color nude, explica por teléfono el protagonista de la historia. “Tú ya eres famosa, ahora me vas a hacer famoso a mí”, le contestó riendo. Y así fue cómo ese repentino, pero bien pensado, desnudo dio un empujón a la carrera del joven fotógrafo estadounidense.

Schiller y Marilyn se conocían de antes. Un inexperto Schiller recibió el encargo de retratar a la actriz mientras rodaba El multimillonario. De este primer encuentro, en 1960, sacó una conclusión clara. Ella sabía más de fotografía que él mismo, que por entonces contaba con 23 años.

“Entendía la luz, la composición de la imagen, sabía lo que la gente quería ver de una foto suya Y eso era único en una actriz”,  asegura Schiller en conversación telefónica desde Nueva York. Es habitual encontrar negativos de la época con fotografías descartadas que la misma actriz tachaba en rojo. Pero esos conocimientos venían de una buena base, Schiller puntualiza que a Marilyn Monroe le hacían fotos desde que tenía 16 años, y en 1960 cumplía 33. La mitad de su vida ante las cámaras, y bajo las órdenes de los mejores fotógrafos del mundo.

Tras escuchar la propuesta de quitarse el bañador, Schiller lo tuvo claro: “Inmediatamente supe que se trataba de una transacción, de negocios. Me convertí en un instrumento porque vio en mí la oportunidad de hacer algo para ella”, recuerda por teléfono aún desde el otro lado del Atlántico -y aún sin saber si podrá visitar España coincidiendo con la inauguración de su exposición de fotos de la ambición rubia-.Schiller recuerda lo nervioso que estaba por su falta de experiencia.. Entonces decidió empezar por charlar con ella, por ganarse su confianza y que estuviera más cómoda, “y que así no viera que yo le quería robar su identidad”. Esa intimidad, esa cercanía con la estrella, es lo que le dio fama a su trabajo.

Schiller es más que uno de los últimos que la fotografió. También fue de las últimas personas en ver a la actriz antes de morir. El mismo día, el 4 de agosto de 1962, acudió a su casa para que le aprobara unas fotografías del rodaje. Ha publicado 11 libros, uno de ellos ” Marilyn & Me. A Memoir in Words & Photographs, donde explica en detalle la intima historia de una leyenda y un joven Fotografo en su camino a la fama.   http://www.lawrenceschiller.com/photos/

 

Just months before her death, Marilyn Monroe gave a young photographer his big break.

Now exhibiting at the Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Madrid where Lawrence Schiller’s exhibition at Mondo Galería is gaining quite a bit of attention.  Featuring nude images taken of Marilyn Monroe while on assignment for Paris Match magazine, in the year 1962.

BORN IN BROOKLYN IN 1936, LAWRENCE SCHILLER’S work began in junior high school in San Diego, when he received his first camera. While attending Pepperdine College, his pictures had already appeared in Life, Sport, Playboy,Glamour, and the Saturday Evening Post. Schiller’s interests and ambitions soon developed into a profession in print journalism, documenting major stories for glossy magazines all over the world.

“You’re already famous, now you’re going to make me famous,”

Photographer Lawrence Schiller said to Marilyn Monroe as they discussed the photos he was about to shoot of her. “Don’t be so cocky,” Marilyn replied, “photographers can be easily replaced.” The year was 1962, and Schiller, 25, was on assignment for Paris Match magazine. He already knew Marilyn — they had met on the set of Let’s Make Love — but nothing could have prepared him for the day she appeared nude during a swimming pool scene for the motion picture Something’s Got to Give.

 

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